Integrando el grupo de los signos de fuego, Leo es el único perfil astrológico regido por el Sol. Estas dos características determinan directamente su esencia, configurando un carácter creativo, generoso, con capacidad de conducción y centralización, voluntarioso, dinámico, ejecutivo y con una importante dosis de autoestima. Recorremos en este artículo la personalidad de Leo, no te pierdas ningún detalle de estos nativos.
Vale destacar que estas características no aplican solamente para quienes presenten a Leo como su signo solar, sino también para aquellas personas que tengan a este signo en posiciones importantes de su carta natal, como pueden ser el ascendente, la Luna, el Medio Cielo o algunas de las casas astrológicas. Por consiguiente, presta atención a la información si posees a Leo en alguna de estas ubicaciones y, más aún, si Leo es tu signo solar.
Personalidad de Leo: decisión, entrega y autoestima
Todos los signos de fuego son decididos y creen en sus condiciones al momento de actuar en la vida, pero Leo tiene una diferencia: es además el perfil con mayor autovaloración personal y autoestima. Será difícil que un leonino pierda el convencimiento en cuanto a sus habilidades o deje de creer en su poder hacedor y creativo, salvo que se encuentre bloqueado o mal aspectado. Pero cuando Leo brilla con toda la fuerza del Sol no existe nadie ni nada que pueda detenerlo a la hora de cumplir con sus objetivos.
Sin embargo, esta tendencia a centrarse en sí mismos puede devenir en un defecto o una carencia: olvidarse de las necesidades que posee la gente que vive a su alrededor. Leo es por naturaleza generoso y ama dar sin esperar nada a cambio, pero en ocasiones puede caer en una especie de ceguera frente al mundo, al apasionarse con suprema intensidad en sus propios proyectos. Eso sí: tal dedicación y entrega tiene sus frutos, por eso Leo llega a niveles elevados de excelencia en aquello que realmente le apasiona.
Personalidad de Leo: la necesidad de destacar
En el mismo sentido, esa capacidad para brillar puede convertirse en una suerte de necesidad para algunos leoninos, que requieren como el agua la aprobación de los demás en todo aquello que hacen. Una imperiosa urgencia de transformarse a cada paso en el centro de atención lleva a algunos nativos de Leo a suplir con aplausos y felicitaciones de otros una cierta ausencia de seguridad interna, pero el problema nace cuando falta esa aprobación.
Este comportamiento de algunos leoninos desemboca en períodos de insatisfacción, al colisionar la gran estima por aquello que hacen con la incomprensión o falta de interés de otras personas. El aprendizaje para Leo, que muchos nativos han logrado alcanzar a partir de su desarrollo personal, es entender que la recompensa por la pasión que ponen en sus actividades es la propia satisfacción de hacerlo, y no así la aprobación externa.
En otro orden, Leo en el amor y la sexualidad muestra un comportamiento pasional e intenso, pero también es fiel y busca una pareja sólida para compartir su vida. Tiene tendencia a controlar y a cierto autoritarismo, pero al mismo tiempo es uno de los signos más demostrativos y afectuosos del zodíaco. Son independientes, autónomos y líderes por naturaleza, demostrando esa capacidad de conducción en cualquier contexto en el que se desenvuelvan.